martes, julio 23, 2013

Los milagros suceden cuando levanto mis manos

Este verano en Valdivia se realizó el séptimo retiro de avivamiento, cuyo invitado a predicar fue el sacerdote paraguayo Dalton Xavier que en esos días residía en el país  Colombia.  En el encuentro compartió muchas lindas enseñanza, pero hubo algo que dijo que me llamo mucho la atención “Uds. no reciben porque no levantan las manos y no se arrodillan” eso caló profundamente y me puse a buscar  en la palabra textos bíblicos en donde se anuncian la importancia de las “Manos Levantadas”. Posteriormente me invitaron a predicar un avivamiento en el vicariato de Aysén y el lema era “A ti levanto mis manos en oración” otra vez aparecía el levantar las mano, sabía muy bien que Dios me estaba hablando, pero ¿Qué significa levantar la manos?

Levantar las manos es un acto rendición y adoración. No es para nada una obligación hacerlo, pero en general  le estamos  demostrando a Dios que nos  rendimos  totalmente a él, entramos al trono de la gracia y le adoramos. Pablo dice: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda”.  
1 Timoteo 2:8

¿En qué momento debemos levantar nuestras manos? Te voy a dar tres motivos…según la palabra dice:
1.       Levanta las manos para bendecir: “Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos.” Salmo 63.4
Cuando bendecimos al Señor y reconocemos la acción de su presencia  en nuestra vida, de los grandes milagros que ha realizado en nosotros y las transformaciones es ahí en donde debemos de levantar las manos y alabarlo por lo  que ha hecho en nosotros.
  1. Levanta tus manos para orar a Dios: “Oye la voz de mis ruego cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacía tu santo templo.” Salmo 28.2.

Cuando vamos a la oración personal y clamamos por aquellas situaciones que necesitan una intervención de lo alto es ahí en donde tenemos que levantar nuestras manos para que Dios reciba nuestro clamor y pueda inclinar su oído a nosotros y escuche lo que tanto anhela nuestro corazón…Y por ultimo.

  1. levanta tus   manos para derrotar a tus  enemigos: “Y sucedía cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Éxodo 17.11.



Ahora nace una pregunta ¿Quienes son nuestros enemigos?
 Son aquellas cosas que nos rodean y están dentro de nosotros como la ira, la pereza, la  critica destructiva, el rencor, la envidia, las enfermedades físicas y sicológicas  (depresión, la falta de fe y de perdón) también  las malas relaciones, los conflictos en nuestra casa y trabajo…dice la palabra en el éxodo que Moisés solo levantaba la mano y el pueblo de Israel prevalecía, pero cuando comenzó el cansancio a afectar a Moisés, el pueblo comenzó a sufrir la derrota.
¿Cómo están tus manos hoy hermano(a)? Levantadas o caídas.
Dice la Escritura que “Cuando Moisés alzaba su mano, Israel prevalecía...”

Me hace recordar un día de oración llovía torrencialmente en Valdivia y estaba predicando sobre este tema y le invite a mis hermanos levantar las manos en alabanza para detener la lluvia, fue tan especial ese momento  que no nos dimos cuenta que el Señor había detenido  la lluvia…aquí ocurrió con un elemento natural, mucho más puede suceder con nuestras situaciones de vida y que si levantamos en oración nuestras manos, en una alabanza llena de amor y fe Dios puede detener y colocar  a nuestros enemigos bajo nuestros pies…¡aleluya!…

¿Cómo están tus manos hoy hermano(a)? Levantadas o caídas.
Bajar los brazos” o “bajar las manos” significa: Cansancio, impotencia ante algo, darse por vencido, rendirse, derrota.
Hoy, hay demasiadas personas a nuestro alrededor que han bajado los brazos, han bajado sus manos. Pero el pueblo de Jesucristo no puede dejarse vencer, hoy  te invito a descubrir el poder de las manos levantadas en la alabanza, en nuestra oración personal y comunidad de oración, retiros y jornadas…de eso soy testigo…
Pero Moisés no estaba sólo estaba  junto a Hur y Aarón para levantar sus manos y al fin alcanzar la victoria frente a sus enemigos…esto quiere decir que cuando levantamos las manos junto a mis hermanos de comunidad , en familia y amigos se pueden lograr las victorias, es decir, también aquí hay un trabajo de equipo ya que en nuestras luchas nos podemos cansar y es ahí en donde  están  los demás acompañándonos en nuestros triunfos .Cuando tomamos el último resto de fuerza para levantar nuestras manos ante Dios, es allí cuando el milagro empieza a ocurrir. 
Textos de Apoyos
Salmo 134, 1 -2. Manos levantadas y el Templo de Dios
Lamentaciones 2, 18 – 20 Levantar  las manos por nuestros hijos.
Salmo 143,5 al 7 Levantar las manos en momentos de necesidad.
Salmo 141, 1 – 2 Levantar las manos ante la Presencia de Dios.
Salmo 63, 4- 6
Salmo 28, 1-2 
Jaime Silva Martínez
Misionero

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