Saludos queridos amigos y hermanos: Este sábado fue uno muy especial. Uno que llevaremos muy guardado en nuestros recuerdos para siempre. Junto con los re-encuentros con personas que Dios, a lo largo del camino nos ha ido presentando y que han dejado su huella indeleble en nuestras mentes y corazones, nos vimos ante la presencia imponente, en su humildad, de un siervo de Dios. Se trata de la persona del capuchino, Raniero Cantalamessa. Este mismo hombre que en su currículum tiene el ser una de las personas que da retiros personalizados al propio papa de Roma, partiendo por nuestro bien amado Juan Pablo II, ser amigo personal de S.S. Benedicto XVI, nos ha venido a hablar de cosas profundas en 2 charlas con la simplicidad que sólo una persona llena del Espíritu de Dios lo puede hacer. Su primera intervención fue sobre las enfermedades que atacan al hombre tanto en lo espiritual y en lo físico y cómo la palabra de Dios, con su inmenso poder las puede curar. El requisito, tener fe. En su segunda intervención, por la tarde, nos deleitamos con su testimonio de vida, historias de fe, alegría y esperanzas que este hermano e hijo del "pobrecito de Asís" matizaba con un exquisito sentido del humor. Terminamos esta jornada de Júbilo con una santa misa presidida por el y en la que la solemnidad del encuentro con Jesús hecho eucaristía se palpaba en el ambiente. Fue un día fantástico, pleno y dichoso y más con la posibilidad que tuve de cantar un par de canciones a mi creador en medio de esa multitud de hermanos y que me hizo recordar y gozarme en aquella canción que hace un tiempo me regaló el Señor y que se titula "el privilegio de Adorarte". "Una vez más te agradezco mi Señor por el inmenso privilegio que me has dado de ser tu adorador y servidor". Encuentros como este debieran tener una continuidad dentro de nuestra iglesia y nuestra renovación, para así sentirnos todos, sin importar el lugar de la patria de donde uno proceda, miembro de una sola familia cuya cabeza es Jesucristo que junto con su madre, nuestra dulce María nos invitan y acogen en una fiesta de hermanos al amparo del Padre y del poder del Espíritu Santo. A continuación les adjunto una brevísima biografía del padre Raniero: El P. Raniero Cantalamessa, franciscano, capuchino, nace en la provincia italiana de Ascoli Piceno. Doctorado en Teología y Lenguas Clásicas, asume la catedra de Historia de los Orígenes del Cristianismo en
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