"La oración es la elevación de la mente a Dios" (San Juan Damasceno).
El Catecismo de la Iglesia Católica da también la definición de Sta. Teresita del Niño Jesús: "Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría" (CIC #2558)
"Oración es tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con Quien sabemos nos ama" (Sta. Teresa de Jesús).
“La oración no es otra cosa que la unión con Dios” (San Juan María Vianney).
“Toda oración cristiana es una elevación del alma hacia Jesús para ser atraídos por El. Pero esto puede tomar formas extremadamente diversas, desde la simple oración de petición hasta el deseo ardiente de que el Amor de Cristo tome posesión de nuestro corazón” (Padre Marie Dominique Philippe).
“La oración es un tiempo que dedicamos a amar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Es un tiempo para Dios; no debo regateárselo, usándolo para otra cosa. Ese tiempo debe ser “perdido” para el Señor!” (Padre Marie Dominique Philippe).
“Orar no significa sólo que podemos decir a Dios todo lo que nos agobia. Orar significa también callar y escuchar lo que Dios nos quiere decir” (Juan Pablo II).
“La oración no es sólo, ni principalmente obra de la persona: es más obra de Dios, que acción nuestra” (Juan Pablo II).
“Orar es ver el mundo con los ojos de Dios” (Beata Teresa de Calcuta).
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