domingo, marzo 07, 2010

JESÚS CURÓ TODAS LAS ENFERMEDADES



Hay cuatro clases de enfermedades:

  1. La de nuestro espíritu, causada por el pecado personal.
  2. La emocional causada por las heridas y sentimientos del pasado. Abarcan nuestra vida psíquica.
  3. La enfermedad física del cuerpo.
  4. Puede darse también la opresión del maligno.

Jesús sanó todas estas enfermedades. Perdonó los pecados al paralítico y a la pecadora. Curó ciegos, leprosos, sordomudos, y a los que sufrían por toda suerte de enfermedades; arrojó el demonio de muchos posesos y dio paz y su consuelo a muchos.

La lectura del Evangelio nos enseña claramente cómo nuestro Salvador es "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" y que, movido por su amor a todos nosotros, cura las enfermedades y libera del maligno a cuantos están poseídos por el mal.

PASÓ HACIENDO EL BIEN

El Evangelio nos habla de las curaciones de todo orden que realiza Nuestro Señor, movido siempre por su inmenso amor a todos:

San Mateo nos dice: "Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; El expulsó a los espíritus con su palabra y curó a todos los que se encontraban mal. Así se cumplió el oráculo del profeta Isaías: "El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades (Mt 8, l6-17).

Esta caridad de Jesús que "cargó con nuestras flaquezas y enfermedades" explica, la multitud y variedad de curaciones que hizo durante su vida pública, porque sentía una gran compasión. El ciego de Jericó le grita: "Hijo de David, Jesús, ten compasión de mi", y el Señor le dice: ¿qué quieres que te haga? (Mc 10,47-51).

También las curaciones fueron efectuadas por Jesús para que su Padre fuera glorificado. Oigamos también a San Mateo: "Y los sanó: de manera que se maravillaban las gentes viendo hablar a los mudos; los mancos sanos; andar a los cojos y ver a los ciegos; y glorificaban al Dios de Israel" (Mt 15, 30-31).